Fifty, el Pit Bull, nació para ayudar a otros. Su madre estaba embarazada cuando fue rescatada por una familia amable. Eventualmente, Fifty fue adoptado por esa familia entre sus hermanos de camada.

Este juguetón perro vivía la buena vida con sus humanos y una hermanita canina, Izzy, cuando ocurrió lo impensable.

Un oficial en patrulla se alarmó al ver a Fifty y le disparó en ambas extremidades derechas. Fifty era un perro gentil y amable, así que este fue un claro caso de discriminación contra los Pit Bull.

Sin embargo, este trágico evento cambió para siempre su vida, y el pobre perro tuvo que amputarse ambas patas derechas como resultado de las heridas de bala.

Fifty apenas estaba aprendiendo a equilibrarse en sus dos patas restantes cuando su vida volvió a dar un giro inesperado. En esta ocasión, los dueños de Fifty e Izzy se vieron obligados a entregarlos al refugio después de perder su hogar debido a la recesión. Después de perder la única constante en su vida, Fifty tuvo que empezar de nuevo.

Durante este oscuro e incierto período en su vida, Fifty descubrió su verdadero espíritu. Se negó a ser una víctima de sus circunstancias y se propuso salir adelante.

Inicialmente se apoyaba en las paredes para mantenerse en pie, solo para fallar una y otra vez. ¡Pero pronto pudo caminar y correr normalmente nuevamente gracias a su dedicación y perseverancia inquebrantables!

Después de 9 meses reconstruyéndose a sí mismo en el refugio, Fifty finalmente encontró su anhelado hogar para siempre.

Se enamoró instantáneamente de sus nuevos humanos y hermanos y se comprometió a ser un buen chico para ellos todos los días. Se adaptó a su nueva vida, que incluía emocionantes aventuras y sesiones de cariño.

Los nuevos padres de Fifty frecuentemente acogen perros necesitados, así que el gran chico ha aprovechado la oportunidad para ser el mejor hermano de acogida para otros animales desafortunados como él.

Fifty es un increíble sobreviviente que se mantiene firme a pesar de su discapacidad y de los muchos obstáculos que la vida le ha presentado.

¡Celebremos la historia de este perro y mostremos que los Pit Bull son mucho más que una “raza odiada”!